Diego García Arrospide
“La inmigración es una
experiencia de enriquecimiento para la persona y para la sociedad de
acogida”
Muchos, seguramente ya lo conocen.
En esta entrega dialogamos con Diego, psicólogo de la Asociación, a
quién si lo deseas puedes consultar todos los miércoles en José Enrique Rodó 1836
¿Desde cuándo te encuentras
colaborando con Idas&Vueltas?
Colaboro con Idas&Vueltas desde
octubre de 2012 aproximadamente
¿Cómo fue que llegaste a la
Asociación?
Llegué a la asociación por diversos
motivos, en primer lugar porque cuando vivía en Barcelona trabajé y
me formé en temas migratorios y en mediación intercultural, y al
llegar aquí tenía pensado continuar trabajando en este campo que me
resulta apasionante. Si bien mi primer trabajo no tuvo nada que ver
con esto. Conocí en las fiestas de las Migraciones a Rinche y
Alicia de Idas&Vueltas y desde ahí colaboro con la Asociación.
Al principio trabajábamos migración
de retorno o retornados, luego la población de la asociación fue
cambiando y se fueron sumando a los retornados inmigrantes de
diferentes partes del mundo, Centro América, Latinoamérica y
Europa.
Entonces creamos el espacio
Bienvenid@s que es un lugar de encuentro para tomar un café, hablar
de la situación de cada integrante, de proyectos de trabajo, de
realidades, de comparaciones entre las cultura que dejaron y la que
se están insertando, de solidaridad. Aquellas personas que lo
deseen, ofrecemos cinco entrevistas psicológicas gratuitas.
¿Por qué es importante la
atención psicológica en este caso, con inmigrantes?
No todos los inmigrantes la pueden
necesitar o la desean, pero es evidente que al principio la persona
se enfrenta a una realidad nueva, una cultura diferente, carece de
redes sociales y familia. Entonces pueden pasar por momentos de
soledad, de confusión, tristeza o depresión y por eso la atención
psicológica puede ser importante.
¿Cuál es el costo psicológico de
las personas que emigran?
Evidentemente se da un proceso de
cambio importante para una persona que llega a un país nuevo. El
costo psicológico lo producen las condiciones de la inmigración y
si la sociedad de acogida está preparada o no para recibir
inmigración. Los costes lo generan o los facilitan las dificultades
que la persona que llega pueda encontrar para conseguir vivienda,
empleo y una vida digna. Los prejuicios y la burocracia provocan o
potencian esos costes.
Si te contratan o no en un trabajo
depende del color de tu piel , o del país donde naciste
evidentemente hay un coste pero no por ser inmigrante sino por la
falta de preparación de la sociedad de acogida y por la resistencia
a determinados cánones.
Se trata de educar en la diversidad,
y de aceptar las diferencias. Por ejemplo si una persona de
determinado país consigue un trabajo y no lo hace bien y este es un
ejemplo real, el empleador puede decir de este país no contrato más
a nadie porque no trabajan bien, o sea se cae rápidamente en una
generalización, pero si hubiera dejado de contratar gente de aquí
por el mismo motivo no tendría mas trabajadores en su empresa.
Podemos como sociedad estigmatizar y
discriminar a determinados colectivos como lamentablemente ha
sucedido desde siempre. Eso genera costes psicológicos, que no te
alquilen una vivienda, que te cobren más caro un alquiler, que
tengas un título profesional que no te reconocen o que te lleve años
que lo reconozcan tiene un coste.
En conclusión es un proceso de
cambio muy grande que vive la persona inmigrante pero puede verse
favorecido o dificultado por el país de recepción como los
prejuicios, el lugar social que les adjudica.
¿A qué se denomina estrés
aculturativo?
Es el estrés de la pérdida de la
propia cultura que puede verse acompañado por un conjunto de
síntomas como angustia, depresión, ansiedad, sensación de soledad
etc. Pero es un estrés que puede verse potenciado o minimizado por
la propia actitud del inmigrante y por la recepción del país de
acogida.
No debemos mirar la inmigración
como un hecho sino como un proceso en el cual se pueden pasar por
diferentes etapas que no son iguales para todos los inmigrantes.
Las personas adoptan diferentes
estrategias ante la propia inmigración desde la híper adaptación
un cambio en la forma de hablar, un cambio en el color del pelo por
ejemplo que buscan la rápida asimilación y la no discriminación.
El otro extremo es seguir haciendo todo lo que uno hacia en el país
de origen como forma de no perder la identidad.
Como explicaba en una pregunta
anterior no podemos hacer de la inmigración una enfermedad , porque
no lo es sino por el contrario es una experiencia de enriquecimiento
para la persona y para la sociedad de acogida. Los prejuicios, la
discriminación, el nacionalismo son factores que fomentan la
enfermedad: el tiempo que la persona demore en la adquisición de
derechos y deberes por haber nacido en otro lugar son causantes de
numerosos síntomas, el no estar preparados como sociedad para la
diversidad y estigmatizar la diferencia son verdaderamente síntomas
a tratar.
En la historia hay muchísimos
ejemplos de enfermedades que luego resultaron que eran una simple
falta de preparación de la sociedad para aceptar la diferencia y
reconocer otras opciones a las establecidas.
Para finalizar, continuamente hablas
con inmigrantes, a nivel general ¿cuáles son las necesidades que
identificas en ese diverso colectivo?
De los que llegan al espacio
Bienvenid@s en general la primer necesidad es laboral, la gente que
viene, viene a buscar una mejor calidad de vida, y quieren trabajar:
generalmente vienen con un dinero que se va agotando y eso genera
más necesidades de alimentación vivienda, vestimenta etc.